viernes, 25 de diciembre de 2009

Feliz Navidad


Cuanto amor nos tiene Dios, ha enviado a su único Hijo para que por Él encontremos la Salvación, la Luz y la Felicidad en un mundo lleno de tinieblas, oscuridad y tristeza. Recibámoslo con gozo.
Feliz Navidad.

martes, 8 de diciembre de 2009

Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María


Introito (Is. 61). Gozosa me regocijaré en el Señor, y mi alma se alegrará en mi Dios; pues me revistió de ropaje de salud, y me cubrió con manto de justicia, como a esposa adornada con sus joyas. -(Ps. 29). Os glorificaré, ¡oh Señor!, porque me protegisteis, y no alegrasteis a mis enemigos a costa de mí. V. Gloria al Padre.


Evangelio (Luc. 1, 26-28). En aquel tiempo: envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea, a una Virgen desposada con un varón de la casa de David, llamado José, y el nombre de la Virgen era María.

Y habiendo entrado el Ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia: el Señor es contigo; bendita tú eres entre las mujeres.


Oración. ¡Oh Dios!, que por la inmaculada Concepción de la Virgen preparasteis digna morada para vuestro Hijo: os suplicamos que así como a Ella la preservasteis de toda mancha por la muerte prevista de vuestro mismo Hijo, así por su intercesión nos concedáis llegar a Vos limpios de pecado. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Adviento 2009

Feliz Adviento a todos los que tengan fe y esperanza para aquellos que no conocen o no han dejado que el Señor les toque el corazón.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Los frutos del Ecumenismo


El Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Kirill I, dirigiéndose directamente al Papa de Roma hace presente que para todos los cristianos están maduros los tiempos para una respuesta al desafío epocal ya en acto en el mundo: la secularización definitiva o la recuperación para la fe. El patriarca Kirill I, dotado de una profunda fe y determinación, en esta entrevista hace hincapié en que las dos iglesias, si obran concordemente, pueden constituir un baluarte contra las amenazas del relativismo y del ateísmo, del hedonismo y consumismo desenfrenados y de la difundida degradación moral.
La Iglesia ortodoxa rusa, con el nombramiento del sucesor de Alejo II ocurrido el 28 de enero de 2009, ha entrado en una nueva fase de las relaciones entre Moscú y el Vaticano. Esta entrevista, que constituirá el prefacio al libro “La Santa Russia”, revela como parecen decididamente superados los tiempos no tan lejanos de los acercamientos, tímidos y afectados por demasiadas sospechas, de Alejo II y Juan Pablo II. Además, después de las primeras señales que parecían testimoniar una posible aceleración en el proceso de reacercamiento entre las dos mayores iglesias cristianas separadas, el mismo Patriarca Kirill no vaciló en testimoniar la solidaridad con Roma por la sentencia de la Corte de Estrasburgo que condena la exposición de los símbolos religiosos. Debe recordarse, además, que el Papa Benedicto XVI, después de su nombramiento, había saludado al nuevo patriarca Kirill I (en el siglo, Vladimir Gundjaev, nacido en 1946 en Leningrado) asegurándole la “buena voluntad fraterna” en la común “esperanza inquebrantable que tenemos en Jesucristo”.
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¿Se puede afirmar que la Iglesia ortodoxa ha reconquistado el rol que tenía en la Rusia de los zares?
Sería más exacto decir que la actual situación de la Iglesia rusa no tiene precedentes ya que en toda su historia milenaria no podemos encontrar una analogía completa y absoluta. Es conocido que la Rus’ medieval se veía a sí misma como la “tercera Roma”, llamada a preservar la verdad de la ortodoxia después de que la “segunda Roma”, es decir el Imperio bizantino, había caido bajo los golpes de los cruzados y de las milicias del Islam. En aquel período del Medioevo ortodoxo ruso, el modelo natural de una disposición que armonizara las relaciones entre estado e iglesia fue reconocido en la “sinfonía” bizantina de los dos elementos, el principio secular y el espiritual. Esto no impedía que, entre los jefes espirituales y los seculares, surgiesen periódicamente disputas sobre la cuestión del primado, de que cosa fuera en definitiva más elevado a los ojos de Dios: el sacerdocio o el poder soberano.
De diatribas ideológicas de esta naturaleza derivaron algunas veces consecuencias dramáticas para éste o aquel exponente eclesiástico. Sin embargo, el reino moscovita continuó por mucho tiempo representando la única potencia ortodoxa en Europa mientras la Iglesia rusa encarnaba a los ojos del poder y del pueblo un organismo espiritual fuerte, autónomo y autorizado.
El equilibro en las relaciones entre estado e iglesia, así como estaba históricamente constituido, fue alterado bruscamente en 1721 por la reforma del zar Pedro I que abolió el patriarcado, en cuanto símbolo evidente, con su sola existencia, de la no subordinación de la Iglesia a los antojos de los gobernantes terrenos. De hecho, la Iglesia se convertía en un elemento de la máquina estatal.
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Luego llegó la Revolución de octubre…
Este estado de las cosas se mantuvo, con modificaciones irrelevantes, hasta el 18 de noviembre de 1917, cuando en el fragor de la artillería bolchevique que bombardeaba el Kremlin de Moscú, después de un intervalo de dos siglos fue libremente elegido el Patriarca de todas las Rusias Tichon, hoy en el número de los santos. Con la llegada al poder de los bolcheviques, que han sacado de la arena histórica tanto la monarquía como la idea republicana revelada efímera, la Iglesia rusa ha bebido hasta la última gota el cáliz del martirio, que ha superado con creces todo lo que sabemos de las persecuciones a los cristianos bajo Tiberio y Nerón. En esta época feroz, una enorme multitud de sacerdotes y de laicos ortodoxos ha testimoniado la fe en Cristo hasta dar la vida.
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¿Y actualmente?
Actualmente, la situación de las relaciones entre estado e iglesia puede ser definida casi óptima. Tales relaciones se apoyan en el firme fundamento del respeto mutuo, del reconocimiento de las respectivas esferas de responsabilidad, de la recíproca no injerencia en las prerrogativas naturales. No sólo en la Federación Rusa sino también en Bielorrusia, Ucrania, Moldavia y en los otros países de la Comunidad de los estados independientes y del Báltico, la Iglesia está separada del estado; esto no implica, de hecho, un rechazo a colaborar en el interés del pueblo, que para la gran mayoría está unido a la ortodoxia.
En la Rusia actual no son pocos los problemas sociales dolorosamente abiertos; su valoración encuentra concordes a iglesia y estado, y ambas partes trabajan en acuerdo para resolver los apremiantes problemas de la vida cotidiana del pueblo. De esto no deriva una estatización de la Iglesia o una “clericalización” del estado. En la nueva Rusia la gran mayoría de la población forma parte de la Iglesia ortodoxa rusa, la cual representa una porción significativa, respetada e influyente de la sociedad civil.
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Después de la caída del comunismo, ¿cómo ha cambiado la actitud de los creyentes hacia la religión?
En 1988, cuando festejamos el milenario del Bautismo de la Rus’, con sorpresa y espanto de los funcionarios soviéticos, la celebración de tipo histórico y oficial concebida por ellos desembocó en una manifestación libre, poderosa y sugestiva de la devoción del pueblo ruso a la religión de los padres, de la unión vital de todos a la herencia espiritual de la patria.
El período sucesivo de dos décadas ha sido para la Iglesia rusa el tiempo para recoger y consolidar las propias fuerzas interiores, retomando el lugar que legítimamente le correspondía en la vida del pueblo y de la sociedad. Cuando en los años ’90 se abrieron las perspectivas de un desarrollo libre de impedimentos, nuestra Iglesia se dedicó, con el apoyo de la sociedad, a restaurar las iglesias destruidas y profanadas, a erigir otras nuevas, a reorganizar la vida de las parroquias, a abrir monasterios, escuelas dominicales, seminarios y academias teológicas. Actualmente los expertos concuerdan en estimar que entre el 70 y el 80 por ciento de la población de Rusia declara el propio apego a la ortodoxia. Sin embargo, ciertamente no se puede decir que todos son creyentes practicantes. Estoy convencido de que la tarea más importante de la Iglesia actualmente es precisamente hacer que los que sólo son cristianos de nombre, lo sean de hecho, realmente.
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¿También los jóvenes?
Otro tema de la preocupación pastoral es la juventud, que hoy está sometida a la despiadada tentación de los falsos ideales del consumismo, del egoísmo social, de la realización del propio éxito a cualquier precio. Los jóvenes de Rusia son el futuro del país. Son ellos quienes tienen necesidad de recibir y hacer propio, como natural, el ideal de la vida cristiana, y de reconocer la motivación cristiana para cada opción que les espera como la mejor entre muchas posibilidades. Además de esto, la Iglesia ortodoxa presta la máxima atención y prodiga todo el compromiso posible en la esfera social, ocupándose de la asistencia a niños abandonados, ancianos, enfermos e indigentes, de la rehabilitación espiritual de quien quiere liberarse de la droga y el alcohol, de la ayuda a aquellos que conviven con el sida. Finalmente, nuestra preocupación constante es la tutela de la unidad de la Iglesia ya que en ella vemos la prenda de la unidad de nuestro pueblo.
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El Papa Benedicto XVI dedica una atención particular a las relaciones entre Moscú y el Vaticano. ¿Puede pensarse, en un futuro inmediato, en una visita del Papa a Rusia?
Nuestras iglesias pueden trabajar juntas en muchos campos y enfrentar unidas la ideología del consumismo y del rechazo de los valores morales cristianos difundido en la sociedad contemporánea. Nuestras posiciones también coinciden en el ámbito de la defensa de la moralidad y de los valores tradicionales en el mundo moderno. Al mismo tiempo, no podemos ignorar los problemas que permanecen en las relaciones entre la Iglesia católica y la ortodoxa.
Respecto a la posibilidad de una visita del Papa a Rusia, hablaría más bien de la posibilidad de un encuentro entre el Papa de Roma y el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. La dirección eclesial de la Iglesia ortodoxa rusa nunca ha excluido la posibilidad de un encuentro así, preparado adecuadamente. La preparación presupone que sean resueltos los problemas que todavía hay entre las dos iglesias. En primer lugar, los ligados a la actitud de los greco-católicos de Ucrania respecto a la presencia del patriarcado de Moscú en este país. Esperamos que a las declaraciones de la parte católica de querer propiciar el allanamiento de las situaciones, le seguirán los resultados.
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Actualmente la humanidad se encuentra frente a terribles pruebas: desde la crisis global hasta el incremento del flagelo del hambre. ¿Qué es necesario hacer para unir las fuerzas de los cristianos y afrontar estos problemas?
Un día, cuando era adolescente, pregunté a mi padre, párroco en una iglesia de Leningrado: “¿Por qué en nuestro país la gente vive tan mal?” Pareció incluso sorprendido de que no hubiera llegado solo [a la respuesta] y respondió, a su vez, preguntándome: “¿Cómo podrían, según tú, vivir de otra manera personas que han rechazado a Dios o lo han borrado del propio corazón?”.
Es mi convicción que todos los males, las crisis aparentemente sin solución del mundo, tienen como causa profunda el deterioramiento de la naturaleza espiritual de la humanidad. No sólo: estas desgracias que afligen a los hombres están destinadas a agravarse a medida que ellos se alejen de la verdad constituida por Dios. Y los remedios paliativos de tipo económico, político, social, no ayudarán al género humano a salir de este círculo vicioso.
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¿Cuáles son, actualmente, los mayores enemigos del Cristianismo?
Uno de los desafíos más grandes al futuro de la humanidad es el diktat del agresivo secularismo neoliberal, que considera que su concepción del mundo es la única con derecho de ciudadanía. Entre otras cosas, esta ideología trastorna irreparablemente el modo de vivir del hombre así como Dios lo ha pensado porque busca introducir en la vida de todos los venenosos principios del relativismo moral, del hedonismo egocéntrico, del más burdo consumismo, del permisivismo moral, de la negación del pecado. De este modo, se realiza la descristianización de nuestra cultura. Al mismo tiempo, se está llevando a cabo un proceso de marginación del rol de la religión en la vida de la sociedad, ya que los ideales éticos y espirituales constituyen una piedra de tropiezo en el camino del triunfo ideológico del secularismo neoliberal.
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¿Cuál es la respuesta de la religión?
La respuesta religiosa a este desafío puede ser de tres tipos: radical, y es el caso de una parte de los seguidores más agresivos del Islam; liberal, como significativos sectores de las comunidades protestantes, los cuales admiten los matrimonios entre homosexuales, el aborto y la eutanasia; finalmente, la respuesta puede ser la de las iglesias que se inspiran en la tradición cristiana, y es la respuesta de quien quiere defender la pureza de las verdades enseñadas por el Salvador sobre la vida y el hombre. La Iglesia ortodoxa y la católica están separadas por contrastes doctrinales y eclesiológicos pero, más allá de esto, hay algo que hace aliados estratégicos a los ortodoxos y católicos. De su comprensión recíproca, del éxito de las acciones a emprender juntos, depende el futuro no sólo de Europa sino, tal vez, del mundo entero.
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Fuente: Papa Ratzinger Blog
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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miércoles, 25 de noviembre de 2009

De espaldas a la Belleza


Presentamos la traducción del sermón pronunciado por el P. Franklyn M. McAfee, D. D., en la cripta del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción (USA), en una Misa celebrada en la Forma Extraordinaria.
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A thing of beauty is a joy foreverIts loveliness increases;It will never pass into nothingness. John Keats


Cuando los enviados de Vladimir, el Príncipe de Kiev, regresaron tras haber participado en la Divina Liturgia en la Catedral de Hagia Sophia en Constantinopla a fines del siglo décimo, dieron este informe: “no sabíamos si estábamos en el cielo o en la tierra, ya que, por cierto, no existe en la tierra tal esplendor o belleza. No podemos describírsela; sólo esto sabemos: que Dios habita allí entre los hombres y que sus ceremonias sobrepasan el culto de todos los demás lugares. ¡No podemos olvidar la belleza!”.
El presidente John Adams, en una carta a su esposa Abigail, le contó sobre una visita a una “capilla romanista”: “La música consistía de un órgano y un coro de cantores; duró toda la tarde, excepto durante el sermón, y la asamblea cantaba muy dulce y exquisitamente. Aquí está todo lo que los ojos, los oídos y la imaginación pueden alcanzar. Todo lo que puede encantar y cautivar al simple y al rudo. Me pregunto cómo hizo Lutero para romper el hechizo”.
Santa Teresa de Ávila declaraba: “Siempre me conmueve la grandeza de las ceremonias de la Iglesia”. El amor a la belleza y su expresión en la obra de arte no son en sí mismos belleza, pero tal expresión es homenaje a Dios porque, según Santo Tomás de Aquino, “Belleza es uno de los nombres de Dios”. Así la Iglesia, cuando es convocada para celebrar los Divinos Misterios, utiliza todas las artes que apelan a los sentidos, porque lo bello es “id quod visum placet”, ‘visión de lo que’ al ser contemplado es agradable. La sobriedad del canto, el esplendor de los instrumentos, lo festivo de los ornamentos, la pompa del incienso, las velas, los vasos sagrados, el agua bendita – todo esto nos ayuda en nuestro culto al Dios Trino que creó la belleza, sostiene la belleza, redimió la belleza, y es Él la Belleza misma.
Tradicionalmente, la Iglesia ha revestido de misterio al Santo Sacrificio de la Misa. Haciendo uso de los bienes de la creación, la Iglesia, en su trascendencia, guía a sus hijos hacia Dios; y Dios, por los mismos medios, desciende hacia ellos. A veces, la Iglesia olvida esto. El Papa Benedicto XVI (como Cardenal Ratzinger) lamentaba: “Desde el Concilio Vaticano [Segundo], la Iglesia ha dado la espalda a la belleza”. Hace apenas algunos años, el Consejo Pontificio para la Cultura en Roma hizo esta petición: “¡devuelvan la belleza a los edificios eclesiásticos, devuelvan la belleza a los objetos litúrgicos!”. La Iglesia no sólo ha dado la espalda a la belleza, parece estar avergonzada de la misma. La Iglesia, que un tiempo fue la patrocinadora de las artes.
Nos hemos empobrecido. Usando una frase de Paul Claudel, “vivimos en una era privada de imaginación”. Según el filósofo Plotino, “el alma debe subir la escalera de lo bello antes de que pueda encontrar la visión de la Belleza Primera”. Pero, ¿qué sucede cuando se quitan los peldaños de la escalera?
Los científicos afirman que la mitad izquierda del cerebro se especializa en las matemáticas, el análisis, la ciencia y cosas por estilo. Es la parte derecha del cerebro la que es incurablemente romántica; su competencia es la poesía, el amor, el arte, la música. Es la parte derecha del cerebro la que es puesta en juego por una forma elevada de Liturgia. Un autor ha dicho: “durante una Misa vernácula más des-ritualizada, la parte derecha del cerebro, ese Homero o Shakespeare en miniatura que todos tenemos, es asfixiado a muerte”.
H.L. Menken, que escribía para un periódico de Baltimore y no era amigo de religión alguna, se encontró a sí mismo admirando a la Iglesia Católica, como dijo en 1923: “La Iglesia latina, a la que constantemente me encuentro admirando, a pesar de sus frecuentes imbecilidades pasmosas, ha conservado siempre claramente ante sí misma, el hecho de que la religión no es un silogismo sino un poema… Roma, por cierto, no sólo ha preservado la poesía original de la cristiandad; también ha hecho adiciones capitales a esa poesía – por ejemplo, la poesía de los santos, de María, de la liturgia misma”. “Una Misa Solemne”, concluía, “debe ser mil veces más impactante que el sermón más poderoso que se haya proclamado bajo el cielo… a la vista de tal irresistible belleza, no es necesario cansar a los fieles con lógica; se los convence mejor dejándolos en paz”.
Escuchemos a los enemigos de la Iglesia. Tiemblan ante cada movimiento del incienso y ante cada una de las genuflexiones. En 1888, un adventista del séptimo día publicó un libro sobre la Prostituta de Babilonia. Cuando el juez Clarence Thomas fue nombrado para la Corte Suprema, el libro fue reeditado. El autor habla también sobre el culto litúrgico… recuerden que esto pertenece al siglo XIX: “Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atrayente, y que el culto es una ceremonia aburrida y sin sentido. En esto se equivocan. Aunque el romanismo se basa en el engaño, no es una impostura burda y tosca. El servicio religioso de la Iglesia Romana es un ceremonial muy impresionante. Su magnífico despliegue y sus ritos solemnes fascinan los sentidos del pueblo y silencian la voz de la razón y la conciencia. El ojo se ve encantado. Las magníficas iglesias, las procesiones imponentes, los altares dorados, los santuarios adornados, las pinturas selectas, y la exquisita escultura llaman al amor de la belleza. El oído también es cautivado. La música no tiene igual. Las suntuosas notas del órgano en tono profundo, combinadas con la melodía de muchas voces que recorren las nobles cúpulas y las naves de sus grandiosas catedrales, no pueden dejar de impactar la mente con sobrecogimiento y reverencia. La pompa y ceremonia del culto católico tiene el poder seductor, fascinador, por el cual muchos son engañados; y se acercan a contemplar la Iglesia Romana como la misma puerta del Cielo”.
Fue de esta manera que muchos corazones endurecidos para con la Iglesia se derritieron; como en el caso de los “decadentes” – Baudelaire, Verlaine, Aubrey, Oscar Wilde y otros. La belleza puede entonces ser adecuadamente llamada evangélica, belleza evangélica, via pulchritudinis; puede abrir la senda para la búsqueda de Dios y “disponer los corazones y los espíritus para el encuentro con Cristo que es la Belleza de la Santidad Encarnada ofrecida por Dios a los hombres para su salvación”.
Según Santo Tomás de Aquino, para que algo sea considerado bello debe tener tres cualidades: integridad, armonía, claridad o resplandor. Cuando brota el resplandor, y las enseñanzas de la Iglesia se hacen manifiestas, la Iglesia Católica es reconocida como el lugar donde habita la verdad y el hogar de la belleza. Éste fue el caso con los “decadentes”. Hans Urs Von Balthasar ha escrito que cuando “el bien haya perdido su poder de atracción, cuando las pruebas hayan perdido su carácter conclusivo, entonces, será la belleza la que impere”.
El Papa Benedicto XVI, hablando de la visita de los delegados del Príncipe Vladimir de Kiev a Constantinopla, afirmó que la delegación y el príncipe aceptaron la verdad de la cristiandad no por lo convincente de sus argumentaciones teológicas sino por la belleza del misterio de sus liturgias.
El poeta Baudelaire escribió: “Es al mismo tiempo por medio de la poesía y a través de la poesía, por medio de la música y a través de la música, que el alma vislumbra el esplendor situado más allá de la tumba; y cuando un poema exquisito trae lágrimas a los ojos, esta lágrimas no son prueba de un gozo excesivo. Son testimonio de una melancolía irritada, una demanda de los nervios, de una naturaleza exiliada en lo imperfecto y que ahora desea tomar posesión de su mundo”.
Baudelaire fue influenciado significativamente en su idea de la belleza por un escritor norteamericano que él admiraba mucho, Edgar Allan Poe. Acerca de la belleza, Poe declara: “Tenemos aún una sed no saciada, la sed que pertenece a la inmortalidad del hombre. Es a la vez una consecuencia y una indicación de esta naturaleza perenne. Es el deseo de la palomilla por las estrellas. No es la mera apreciación de la belleza que tenemos delante, sino el velado esfuerzo por alcanzar la belleza que está más allá”.
¿Por qué, entonces, tiene que ser bella la Liturgia? Porque la belleza provee un vehículo para trascender nuestras vidas presentes y tocar los bordes del cielo. Cuando encontramos belleza finita, se engendra una añoranza más apasionada por la belleza absoluta e inmortal de la que la belleza temporal no es más que una efímera epifanía.
En la Epístola a los Hebreos, Cristo es llamado el “leiturgos”, el Liturgista que preside todos los rituales, Quien ofrece la Liturgia. Dado que Cristo es el “leiturgos” y Cristo es la Belleza Encarnada, toda belleza debe reflejarlo a Él, y toda belleza debe manar de Él en la Liturgia.
Cristo, la Palabra hecha Carne, es la más grande obra maestra. Cristo es la más perfecta sinfonía. Cristo es la pintura más encantadora. Cristo es el ritmo cósmico en el poema eterno.
San Juan de la Cruz decía: “Dios pasa a través de los matorrales del mundo, y dondequiera que cae Su mirada, transforma en belleza todas las cosas”.
San Pablo escribió a Timoteo: “Él es el Rey de reyes y el Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible”. Y así y todo, en la Divina Liturgia de la Misa nos atrevemos a acercarnos a Él que vive en una luz inaccesible.
¿Cómo puedo describir la Liturgia? Puedo describirla con una palabra. En las cortes celestiales, entre los coros celestiales, no se habla sino una palabra, una sola palabra que los querubines y los serafines pronuncian ante la majestad de la liturgia cósmica del Cordero glorificado que estuvo muerto pero ahora ha resucitado, y esa palabra es…
Esa simple palabra es…
Esa gloriosa, triunfante palabra es…
Ahhh!!!

martes, 24 de noviembre de 2009

La Unción de los Enfermos


Es un sacramento de enfermos; la enfermedad ha de entenderse como física, pero no hay que olvidar que el mal físico es una cuestión del hombre entero ante Dios. El sacramento es dirigido al cristiano que sufre una enfermedad seria y que está ante Dios su Señor y Salvador, para este momento instituyó Cristo la Unción de los enfermos.

Su finalidad es ayudar al enfermo a vivir cristianamente su período difícil.



  • El sacramento produce el consuelo y la fortaleza del enfermo ante su enfermedad.

  • Confiere el perdón de los pecados, en el caso de que no tenga conciencia de ellos, en caso contrario debe confesarse.

  • Une sus sufrimientos a la pasión de Cristo, convirtiendo su mal físico en un bien redentor.

Institución:


Mc. 6,7
Mc 6,13
Santiago 5, 14.


Efectos del sacramento de la Unción:



  • Un don particular del Espíritu Santo. La primera gracia es de consuelo, paz y ánimo para vencer las dificultades propias de la enfermedad o la fragilidad de la vejez. Es un don del Espíritu Santo que renueva la confianza y la fe en Dios y fortalece contra las tentaciones del maligno, como el desaliento y la desesperación.

  • El perdón de los pecados. Se requiere además el arrepentimiento y confesión de la persona que recibe el sacramento.

  • La unión a la Pasión de Cristo. Se recibe la fuerza y el don para unirse con Cristo en su Pasión y alcanzar los frutos redentores del Salvador.

  • Una gracia eclesial. Los enfermos que reciben este sacramento, uniéndose libremente a la Pasión y Muerte de Jesús, contribuyen al bien del Pueblo de Dios y a su santificación.

  • Una preparación para el paso a la vida eterna. Este sacramento acaba por conformarnos con la muerte y resurrección de Cristo como el bautismo había comenzado a hacerlo. La Unción del Bautismo sella en nosotros la vida nueva, la de la Confirmación nos fortalece para el combate de la vida. Esta última unción, ofrece un escudo para defenderse de los últimos combates y entrar en la Casa del Padre. Se ofrece a los que están próximos a morir, junto con la Eucaristía como un "viático" para el último viaje del hombre.

"¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" (St 5, 14-15).

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Penitencia


Existen dos peligros en la vivencia del sacramento de la penitencia:


  • la rutina.

  • el apartamiento.

Rutina


Actos religiosos que no tocan la profundidad de la persona.
No provoca una crisis saludable de conversión interior.
Vida espiritual anquilosada


Abandono (desafección práctica)


Mas perniciosa que la rutina porque corta los canales de la vida sobrenatural.


Para que produzca saludables efectos:



  • Actuación consciente de nuestra fe y de nuestro amor personal.

  • El sacramento de la penitencia es un verdadero encuentro personal y vital del hombre arrepentido y renovado interiormente con Cristo perdonador.

  • Confesión periódica, semanal si es posible.

  • Apreciar el sacramento.

  • Práctica asidua, consciente y viva, llena de fe y sencillez.

  • Fuente de renovación interior y de progresiva identificación con Cristo.

El cristiano acude a él para:



  • El perdón de los pecados.

  • Obtener la fuerza para luchar contra infidelidades, costumbres torcidas, hábitos de rutina y dispersión, y tendencias incontroladas de concupiscencia y amor propio.

  • Purificación interior.

  • La firmeza de voluntad en su lucha por el Reino.

  • Nuevas fuerzas para cumplir su misión.

Frutos:



  • Una más íntima identificación con el espíritu y las actitudes de Cristo.

  • Aumenta el conocimiento propio.

  • Crece la humildad cristiana.

  • Se desarraigan las malas costumbres.

  • Se hace frente a la indolencia y pereza espiritual.

  • Se purifica la conciencia.

  • Se robustece la voluntad.

  • Se lleva al cabo la saludable dirección de las conciencias.

  • Aumenta la gracia en virtud del sacramento.

El que se confiesa:



  • Tiene un proyecto vital que le preocupa y anhela realizar.

  • Quiere volver a ocupar su puesto en la inmensa marcha de la humanidad hacia el Reino.

  • Es consciente de que al pecar se ha desligado de Dios y se ha separado de los hermanos.

  • Sabe que en Cristo mediador vuelve a encontrar a Dios y vuelve a unirse con sus hermanos en el Cuerpo Místico de Cristo.

Encuentra a Cristo en el sacerdote que administra los sacramentos in persona Christi.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El Órden Sacerdotal


Aunque sabemos que todos los miembros de la Iglesia, fundada por Cristo, participan en virtud del Bautismo del Sacerdocio de Cristo, no hay que olvidar que el mismo Jesús escogió de entre el grupo de setenta discípulos que le seguían , a doce de ellos quienes fueron llamados APOSTOLES, es decir, enviados, encargados. Mt. 10, 1-4; Mc. 3, 13-19; Lc. 6, 12-16
Cristo pues eligió a doce:
Como patriarcas del nuevo Israel: Lc. 6, 12-16
Les trasmitió su propia misión, que el había recibido del Padre: Jn. 20, 21.
Les trasmitió el poder de celebrar la Eucaristía: Lc. 22, 19., 1 Cor. 11, 25 ss.
El poder de perdonar los pecados: Jn. 20, 22 ss.
Y de bautizar y de predicar: Mt. 28, 19 ss.
De esta manera todo hombre debe ver en el sacerdote "un servidor de Cristo y administrador de los misterios de Dios". 1 Cor. 4,1


Grados del Sacramento del Orden:

a) EL EPISCOPADO: o ministerio apostólico que se deriva directamente del ministerio de los apóstoles. El obispo es quien preside una comunidad de fieles, de la cual es también pastor. El posee el orden en toda su plenitud.
b) EL PRESBITERADO: este grado no llega a la cumbre del episcopado, sin embargo, los presbíteros (los que llamamos sacerdotes) están unidos a sus obispos en el sacerdocio, de ellos dependen en su ministerio y, en virtud del sacramento del orden, han sido consagrados como verdaderos sacerdotes participando, en su grado, del ministerio de Cristo, único mediador. 1 Tes. 2,5.
c)EL DIACONADO: es el grado inferior del orden sacerdotal. El diácono (que existe desde la Iglesia Apostólica) tiene las siguientes funciones:



  • Administrar solemnemente el sacramento del Bautismo.

  • Conservar y distribuir la Eucaristía.

  • Bendecir los matrimonios.

  • Llevar el viático a los enfermos.

  • Leer a los fieles la Sagrada Escritura.

  • Predicar.

  • Bendición e imposición de las cenizas.

  • Presidir los ritos funerales y sepelios (sin la celebración eucarística.

Un sacerdote es un hombre, elegido por Dios para servir a los hombres, en las cosas de Dios.


sábado, 21 de noviembre de 2009

El Matrimonio



  • El sacramento del matrimonio es la presencia de Cristo, presencia sacramental. Es decir siendo el matrimonio un sacramento, se convierte en un medio de comunicación de la gracia de Dios. Es un camino para la salvación de los que lo integran.

  • Como sacramento es un signo del amor y de la alianza de Cristo con su Iglesia.

  • La finalidad del sacramento del matrimonio es la santificación de los esposos mediante: la Unión y la procreación y educación de los hijos.

  • Es la manera de ayudarse mutuamente con la gracia de Dios en la realización de la propia vocación.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La Eucaristía


La Eucaristía es la consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en su Sangre, renueva mística y sacramentalmente el sacrificio de Jesucristo en la Cruz.
Por otra parte, la recepción de Jesucristo sacramentado bajo las especies de pan y vino en la sagrada Comunión significa y verifica el alimento espiritual del alma. Y así, en cuanto que en ella se da la gracia invisible bajo especies visibles, guarda razón de sacramento.
Tiene razón de sacrificio en cuanto se ofrece, y de sacramento en cuanto se recibe.
La Eucaristía es el sacramento en el cual, bajo las especies de pan y vino, Jesucristo se halla verdadera, real y substancialmente presente, con su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad.
Es por eso, el más grande e importante de los sacramentos, de donde salen y hacia el que van todos los demás, centro de la vida litúrgica, expresión y alimento de la comunión cristiana.
La Eucaristía fue también preanunciada varias veces en el Antiguo Testamento.



  • Salomón en el libro de los Proverbios: "La Sabiduría se edificó una casa con siete columnas (los siete sacramentos), preparó una mesa y envió a sus criados a decir: " Venid, comed el pan y bebed el vino que os he preparado". (Prov. 9,1).

  • El profeta Malaquías, hablando de las impurezas de los sacrificios de la ley: "Desde donde sale el sol hasta el ocaso, grande es mi nombre entre las gentes, y en todo lugar se sacrifica y ofrece a mi nombre una oblación pura" (Mal. l,10ss).

La verdad de la presencia real, corporal y substancia de Jesús en la Eucaristía, fue profetizada por el mismo Señor antes de instituirla, durante el discurso que pronunció en la Sinagoga de Cafarnaúm, al día siguiente de haber hecho el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. "Yo soy el pan de la vida, si uno come de este pan vivirá para siempre, pues el pan que yo os daré es mi carne, para la vida del mundo" (Jn.6,32-34, 51).
El signo externo del sacramento, son la materia (pan y vino) y las palabras de la consagración (forma).
Confiere la gracia, como afirma el mismo Cristo: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna".(Jn 6,54), o sea, la gracia, que es prenda de vida eterna.
Fue instituido por Jesucristo en la Ultima Cena, como consta repetidamente en la escritura: "Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomad y comed, esto ES mi cuerpo". Y tomando el cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: "Bebed de el todos, que esta ES mi sangre del Nuevo Testamento; que será derramada por muchos para remisión de los pecados". (Mt.26,26-28).
La materia para la confección de la Eucaristía es el pan de trigo y el vino de la vid. Esta es una verdad de fe definida en el Concilio de Trento.


El recibir la Eucaristía produce en el alma los siguientes efectos:



  • Aumento de la gracia santificante.

  • Producción de gracia sacramental.

  • Perdón de los pecados veniales.

  • Es prenda de vida eterna.

Sabemos que el único sacramento absolutamente indispensable para salvarse es el bautismo: si un niño recién bautizado muere, se salva, aunque no haya comulgado. Sin embargo, para un bautizado que ha llegado al uso de razón, la Eucaristía resulta también requisito indispensable, según las palabras de Jesucristo: "Si no coméis la Carne del Hijo del Hombre y no bebéis su Sangre, no tendréis vida Eterna". (Jn.6,53).


No sería razonable que un hombre alcanzara la salvación que es unión con Dios, sin tener en la tierra al menos el deseo de la Eucaristía, que es también unión con Dios.


La iglesia ordena en su tercer Mandamiento de La Santa Madre Iglesia, que al menos una vez al año y por Pascua de Resurrección, todo cristiano con uso de razón debe recibir la Eucaristía. También hay que comulgar cuando se está en peligro de muerte.


Esto es lo que la Iglesia nos sugiere como mínimo, ya que desea que se reciba al Señor con frecuencia, incluso diariamente. Lo que se realiza, pues, en la Eucaristía es la conversión del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, que es lo que llamamos la transubstanciación.
Bajo cada una de las especies sacramentales (pan y vino), y bajo cada una de sus partes cuando se fraccionan, está contenido Jesucristo entero, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad.
Lo cual quiere decir que Cristo está presente hasta en una migajita de la hostia, por eso el sacerdote tiene mucho cuidado al dar la comunión de que no se caiga ningún pedacito al suelo.


A la Misa se le llama BANQUETE EUCARISTICO. ¿ Porqué se le ha dado este nombre de Banquete Eucarístico?



  • Jesús cuando hablaba del Reino de los Cielos lo comparaba con un banquete. Y su Ultima Cena que fuera como un banquete, como un festín, una comida entre amigos. Un banquete es una comida alegre. Se colocan los manteles mas bonitos, la mejor cristalería, luces y flores. Hay música y canciones. Los corazones están llenos de alegría. Así es la Misa.

  • Si hay un banquete es porque se celebra un acontecimiento importante. Por eso cada banquete es la celebración de un acontecimiento, en cada Misa se celebra el acontecimiento de nuestra salvación.

  • El banquete no lo hacemos solos. Nos encontramos con personas que llegan de otras partes, venidos de distintos sitios y condiciones, y allí nos sentimos unidos por nuestro común amor a Cristo y a su Iglesia. Sentimos comunión de unos para otros.

  • En un banquete nos alimentamos con manjares escogidos. En la Santa Misa Dios nos alimenta con el Pan bajado del cielo que es el cuerpo de Cristo, del cual dijo el mismo Jesús: "El que coma de este pan vivirá para siempre" (Jn 6).

¿ Es nuestra misa una fiesta? ¿Participamos en ella con alegría? ¿nos sentimos más hermanos en cada celebración? ¿Comemos el Pan Celestial comulgando? Sería muy triste que nos dijeran: "vengan a ver comer a los demás". Eso no sería un verdadero banquete para nosotros. Y si no comulgamos en la Misa nos quedaremos así: viendo comer a los demás mientras que nosotros seguimos desfallecidos de debilidad espiritual. Jesús dijo: "Tomad y comed" y no solamente " Tomad y mirad".
Quiere que nos alimentemos con su cuerpo en la Eucaristía. Nos preparemos lo mejor posible, pero no nos quedaremos sin comulgar.
¿ Qué responder a los que dicen: "yo no comulgo porque soy pecador?


San Francisco de Sales repondía así: Si eres débil debes comulgar para volverte fuerte. Si has pecado mucho te conviene comulgar (después de confesarte bien) para que la presencia de Jesucristo te traiga fuerzas para no seguir pecando tanto. Si te domina el mal genio, al recibir en la comunión al que es "manso y humilde de corazón", El te irá contagiando de su bondad y su buen genio. Si tienes inclinación a la impureza y al vicio, la presencia en tu alma de Cristo el Cordero Inmaculado que jamás tuvo la más mínima mancha de pecado, te irá dando fortaleza hacia todo lo que es impuro, y amor por la virtud. Si te vence el orgullo, Jesús que es humilde te irá haciendo semejante a El. No comulgas por que ya eres santo, sino porque deseas llegar a la santidad. Y sin comulgar no lo lograrías quizá jamás.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La Confirmación


Para entender el sentido de este sacramento es preciso volver al acontecimiento de PENTECOSTÉS.Reunidos en oración los discípulos recibieron al ESPIRITU SANTO y de temerosos que eran empezaron a:


  • Predicar

  • Convertir

  • Bautizar

Y se lanzaron a la conquista del mundo para Cristo.


INSTITUCIÓN:


Lc. 24, 49-53: "Ahora yo voy a enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió. Por eso, quédense en la ciudad hasta que hayan sido revestidos de la fuerza que viene de arriba. Jesús los condujo hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos se postraron ante él y volvieron muy alegres a Jerusalén, donde permanecían constantemente en el Templo alabando a Dios".
El Señor resucitado, antes de su Ascensión al cielo, exhorta expresamente a los apóstoles a que no salieran de Jerusalén, sino esperaran la promesa del Padre. Sólo la fuerza del Espíritu Santo los capacitaría para su función apostólica de testigos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El Bautismo


En el Antiguo Testamento el rito de iniciación era la circuncisión.
Más adelante entre los Esenios y en la secta del Qumran fue introducido el rito del bautismo pero con un sentido meramente exterior, o sea idea de purificación. En este sentido lo usó Juan el Bautista y fue Jesús quien lo convirtió en sacramento.
En la historia de la Iglesia encontramos el uso del rito del bautismo desde el principio. Inicialmente se confería sólo a los adultos y se realizaba por inmersión (entrar y salir del agua o sea morir y resucitar a una nueva vida).
Desde el siglo V D.C. se empezó a administrarlo también a los niños.

INSTITUCIÓN:

Anunciado por los profetas Ez. 36,25-28, "Derramaré sobre ustedes agua purificadora y quedarán purificados. Los purificaré de toda mancha y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo, y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Les quitaré del cuerpo el corazón de piedra y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes para que vivan según mis mandamientos y respeten mis órdenes. Habitarán en la tierra que yo di a sus padres. Ustedes serán para mí un pueblo y a mí me tendrán por su Dios."

EL BAUTISMO FUE INSTITUIDO POR CRISTO
Jn. 3,3-5: "Jesús le contestó: En verdad te digo, nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo, de arriba. Nicodemo le dijo: ¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre para nacer de nuevo? Jesús le contestó: En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios." Jn. 3.22-26: "Ustedes, samaritanos, adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos, conocemos lo que adoramos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Son esos adoradores a los que busca el Padre. Dios es espíritu; por tanto, los que lo adoran, deben adorarlo, en espíritu y en verdad. La mujer contestó: Yo se que el Cristo está por venir. Él, al llegar, nos enseñará todo. Jesús le dijo: Ese soy yo, el que habla contigo."Mt. 28, 19-20: "Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes hasta que se termine este mundo".

martes, 17 de noviembre de 2009

Los Siete Sacramentos

Sacramento es un signo sensible instituido por Cristo, que comunica la gracia.
El número de los sacramentos son siete, no porque sea un número simbólico o sagrado, sino porque Cristo no instituyó ni mas ni menos.
Todos tienen una materia y una forma, pues en todos hay algún objeto-gesto exterior y en todos hay unas palabras.
En todo sacramento hay un ministro que lo confiere, debe ser el ministro legítimo para que Cristo actúe por él.

Bautismo:
Materia: agua verdadera y bendecida (fuera del caso de necesidad)
Forma: Las palabras, YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.
Sujeto: la persona, (niño o adulto).
Ministro: el ordinario es el obispo, el sacerdote y el diácono. Mc 16,15-16; Mt 28,18-20; Jn 3,5-6; Mt 3,16.

Confirmación:
Materia: el sacramento de la Confirmación se administra por la unción con el crisma en la frente, que se hace con la imposición de las manos.
Forma: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo"
Ministro: El Obispo es ministro ordinario
Sujeto: Cristiano bautizado en gracia antes de recibirlo. "Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo" Hech 8,17

Eucaristía:
Materia: pan de trigo ácimo, y el vino de uva puro.
Forma: Las palabras con las que Cristo en la cena entregó su cuerpo y su sangre a los apóstoles, tal como se han conservado en el Canon de la Misa. Mt 26,26.
Ministro: El sacerdoteSujeto: Toda persona bautizada y en estado de gracia.

Matrimonio:
Materia: es el Si en cuanto donación total al otro.
Forma: es el Si en cuanto aceptación del otro cónyuge.
Ministros: son los mismos contrayentes.
Sujetos: el hombre y la mujer bautizados que cumplan con las condiciones para la validez del sacramento y que no sean impedidos por lo prescrito por el Derecho Canónico. Mt 5,32; Mt 19,6.

Orden sacerdotal:
Materia: imposición silenciosa de las manos.
Forma: oración ritual del sacramento.
Ministro: el Obispo.
Sujeto: el varón bautizado que a juicio del propio Obispo superior reúna las cualidades requeridas y no tenga ningún impedimento. Mt 28,16-20; 2 Tim 1,6; Hech 14,23.

Penitencia y perdón:
Materia: Pecados mortales y aún los veniales.
Forma: Las palabras, "yo te absuelvo en nombre del padre del hijo y del espíritu santo" Jn 20, 22-23
Ministro: El presbítero o sea el sacerdote.
Sujeto: Toda persona bautizada.

Unción de los enfermos:
Materia: Aceite consagrado por el Obispo o por el sacerdote en caso de necesidad.
Forma: Las palabras de la oración que acompaña la unción:
"Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. Amén. St 5, 13-15
Ministro: Todo sacerdote.
Sujeto: El cristiano enfermo que reúna las condiciones prescritas por el código de derecho canónico.

lunes, 16 de noviembre de 2009

PABLO VI Y LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS


Varias webs rescatan esta anécdota, que se cuenta en Roma, y que podría ser significativa de cómo el propio Papa Pablo VI fue víctima de la precipitación de los reformadores de la liturgia. Un día del año 1970 el Santo Padre fue a oficiar y encontró ornamentos verdes. "¿Porqué estos ornamentos?" preguntó. El ceremoniero respondió: "es tiempo ordinario, Santidad". El Papa replicó: "Es la octava de Pentecostés, los ornamentos son rojos". Le respondieron: "Esa fiesta ha sido suprimida, Santidad". Pablo VI dijo: "¿Y quien la ha suprimido". El ceremoniero le respondió: "Vuestra Santidad la ha suprimido". Afirman que el Santo Padre lloró.

domingo, 15 de noviembre de 2009

La Campanilla

Otro complemento también imprescindible durante la celebración de la Santa Misa es la campanilla, que con su repique indica a los fieles algunos momentos culminantes, como son: el Sanctus, después del Prefacio; el Hanc ígitur, cuando el celebrante posa sus manos extendidas sobre la Hostia y el Cáliz; y además, a cada elevación, la genuflexión del comienzo, el punto máximo de altura y la genuflexión del final.Procura tú aprovechar cada toque de campanilla para estar atento en la misa que oyes, y acostúmbrate a conducirte en los tres toques de cada elevación de esta forma que te aconsejamos: al primer y tercer toques, procura que tu inclinación de cabeza coincida con la genuflexión del Celebrante, adorando al Santísimo Sacramento; y al segundo toque de cada elevación, alza la cabeza y dirige ávidamente tu devota mirada hacia la Hostia y el Cáliz, los cuales son precisamente elevados para que puedan contemplarlos todos los fieles.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Bolsa de los corporales


Encima del Velo del Cáliz con que se recubre el Cáliz siempre se pone la bolsa de los corporales, con ellos dentro, a fin de extenderlos convenientemente al llegar el momento.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El Corporal


Pieza cuadrada de tela sobre la que descansa la Eucaristía. Sobre ella se pone la patena y el cáliz durante la Misa. La Sagrada Hostia descansa directamente sobre el corporal desde el ofertorio hasta la fracción. También se pone debajo de la custodia durante la Exposición del Santísimo.
Debe de ser de lino o cáñamo y no de otro tejido. No debe llevar bordado mas que una pequeña cruz. Para guardarlo debe doblarse en nueve cuadrados iguales.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Velo del Cáliz

El que cubre el cáliz fuera del ofertorio y el canon de la misa. Es del mismo color litúrgico que los ornamentos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La Palia

Aunque no esté propiamente mandado, la misma reverencia debida a las cosas sagradas ha establecido en la práctica que, al preparar el cáliz para la Santa Misa y poner la patena sobre el purificador con la Hostia, encima de ella, como para resguardarla especialmente, se coloca la palia, que es una especie de tapa de lino redonda y aproximadamente de la misma medida que la Hostia. Por la parte que toca con ella ha de ser lisa, pero puede estar pintada o bordada con motivos adecuados por la parte superior, en la que debe tener asimismo una pequeña presilla para cogerla.

martes, 10 de noviembre de 2009

La Patena

Es un plato metálico redondo y casi llano, pero ligeramente cóncavo. En la patena se coloca la Hostia, antes y después de la consagración, por lo que debe ser de la misma calidad que la copa del cáliz y en la parte interior, dorada.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El Purificador


Encima del cáliz, al prepararlo para la celebración de la Santa Misa, se coloca una pequeña pieza de lino llamada purificador, porque con él se purifica el cáliz frotando el interior de la copa antes de ponerle vino, y luego de haberlo puesto se secan con él las gotas que hubiesen podido quedar en los bordes; también con el purificador se frota la patena y el Celebrante se seca los labios después de haber bebido el vino de la ablución del cáliz, se seca los dedos cuando hace la ablución de éstos y, finalmente, seca con él el cáliz.El purificador puede estar adornado con puntilla o encaje en los bordes, pero para distinguirlo de algunas toallitas de lavabo, que por lo pequeñas se le asemejan, debe traer una cruz bordada en el centro.

El Cáliz


Es el vaso sagrado en forma de copa, donde se pone el vino que se ha de consagrar. Ha de ser metálico, tan precioso como sea posible, con pie y un nudo saliente entre éste y la copa propiamente dicha.El cáliz sirve en la Santa Misa para poner el vino y unas gotas de agua, que, después de ofrecido y mediante la consagración, se convierte en la Sangre de Nuestro Señor.Antes los cálices tenían dimensiones mayores que los actuales. Hay cálices valiosísimos, algunas verdaderas obras de arte. La copa ha de ser interiormente dorada.Todo cuanto pueda decirse de la riqueza de los cálices debe animarnos a embellecer nuestra alma en pureza y fervor para que al comulgar, Dios la encuentre pura y limpia como el cáliz. También nosotros somos, en un segundo sentido figurado, cálices vivos, y ojalá seamos menos indignos, por medio de las joyas que son las virtudes.

domingo, 8 de noviembre de 2009

El Incensario

En las Misas solemnes y en la exposición mayor del Santísimo hay que hacer uso del incienso, substancia vegetal olorosa que, al contacto con el fuego, se deshace en blanquísima y perfumada humareda, la cual se tributa como símbolo de honor y reverencia ante todo a Dios y luego al Crucifijo del altar, a las sagradas reliquias, al mismo altar, al pan y vino que han de ser consagrados, a los sagrados ministros y a los fieles en general. Las brasas de fuego están contenidas en el incensario, que es un recipiente metálico sostenido por tres cadenas, con tapa convenientemente perforada y manipulable arriba y abajo mediante una cuarta cadena. Sujetando con una mano las cadenas reunidas en su extremo superior, puede balancearse el incensario de un lado para otro a fin de que el aire atice las brasas de fuego que hay dentro; y cuando hay que servirse de él, una vez provisto del incienso que al arder sale en forma de humo, cogiendo convenientemente las cadenas con las dos manos se le puede dar la dirección que cada momento reclame.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Las vestiduras sagradas

La oración es: Pon, señor, sobre mi cabeza el yelmo de salvación para rechazar los asaltos del enemigo.Nos recuerda que hemos de defendernos de los enemigos de nuestras almas.
La oración que dice el sacerdote al ponérsela:Hazme puro, Señor, y limpia mi corazón, para que, santificado por la sangre del cordero, pueda gozar de las delicias eternas.Si el amito significaba el lienzo con que fue cubierto el rostro de Jesús, el alba significa la vestidura blanca que le hizo poner Herodes.

Espiritualmente nos recuerda, según la oración que reza el sacerdote, la necesidad de luchar contra las bajas pasiones de la carne:Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la pureza, y apaga en mis carnes el fuego de la concupiscencia, para que more siempre en mí la virtud de la continencia y castidad.El cíngulo significa las cuerdas con que fue atado Nuestro Señor en el huerto de los Olivos.



Espiritualmente nos recuerda las buenas obras y que los trabajos y el dolor ofrecidos a Dios serán espléndidamente recompensados. La oración que el sacerdote pronuncia al ponérselo es: Merezca, Señor, llevar el manípulo del llanto y del dolor, para poder recibir con alegría el premio de mis trabajos. El manípulo significa las ataduras de las manos al ser azotado Nuestro Señor.




La Iglesia hace pedir, al imponérsela el Sacerdote, la inmortalidad, perdida por el pecado, y el premio de nuestro último y feliz destino: Devuélveme, Señor, la estola de la inmortalidad, que perdí con la prevaricación del primer padre, y aún cuando me acerque, sin ser digno, a celebrar tus sagrados misterios, haz que merezca el gozo sempiterno. La estola significa las sogas con que Nuestro Señor fue arrastrado al Calvario.



Espiritualmente, la casulla nos recuerda el suave yugo de la ley del Señor. La oración que reza el Sacerdote al revestirse de ella es: Señor, que has dicho: “Mi yugo es suave y mi carga ligera”, haz que lo lleve de tal modo, que consiga tu gracia. Amén. La casulla significa el vestido de púrpura puesto a Jesús cuando le trataron en son de burla como rey.

martes, 3 de noviembre de 2009

La palmatoria


Una de las cosas necesarias al altar durante la celebración de la Santa Misa, aunque sólo sea rezada, es la palmatoria, provista de cirio –y mejor si es corto, para que no se derrame la cera-, el cual debe encenderse y mantenerse así encendida sobre el altar durante la permanencia en él de la Santísima Eucaristía, o sea: desde unos momentos antes de la Consagración hasta después de la Comunión del celebrante o también de los fieles si, como es de desear, les es distribuida en este momento de la Misa. La reverencia y compañía que la palmatoria encendida tributa al Santísimo Sacramento, debe ayudarte a reavivar y enfervorizar tu atención hacia el Santo Sacrificio durante todo el tiempo que permanece Jesús con su presencia eucarística sobre el altar.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos


Introito (4 Esdr., 2). -Concededles, Señor, el descanso eterno, y la luz perpetua los alumbre. -(Ps. 64) A Vos, ¡oh Dios! es debido un himno en Sión, y se presentarán votos en Jerusalén: oíd mi oración; a Vos vendrá toda carne. Concededles, Señor...


Oración.Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles!: conceded a las almas de vuestros siervos y siervas la remisión de todos sus pecados; a fin de que, mediante estos piadosos ruegos, obtengan la misericordia por la que siempre anhelaron: Vos que vivís y reináis.


Evangelio (Joh., 5, 25-29).


En aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas de los judíos: En verdad, en verdad os digo que viene el tiempo, y estamos ya en él, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y aquellos que la escucharen revivirán. Por que así como el Padre tiene en sí mismo la vida, así también ha dado al Hijo el tener la vida en sí mismo; y le ha dado la potestad de juzgar, en cuanto es Hijo de hombre. No tenéis que admiraros de esto, pues vendrá tiempo en que todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios, y saldrán los que hicieron buenas obras, a resucitar para la vida eterna; pero los que las hicieron malas resucitarán para el juicio.


domingo, 1 de noviembre de 2009

Fiesta de Todos los Santos




Solemnidad celebrada el primero de Noviembre. Esta instituida en honor a todos los Santos, conocidos y desconocidos, y, según Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles.




En los primeros días del Cristianismo se acostumbró a solemnizar el aniversario de la muerte de un mártir por Cristo en el lugar del martirio. En el Siglo IV, las diócesis vecinas comenzaron a intercambiar fiestas, se pasaban las reliquias, las repartían, y se unían a una fiesta en común, como esta demostrado en la invitación de San Basilio de Caesarea (397) a los obispos de la provincia de Pontus. Frecuentemente los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente a una celebración común. En la persecución de Docletiano el numero de mártires llego a ser tan grande que no se podía separar un día para asignársele. Pero la Iglesia, sintiendo que cada mártir debería ser venerado, señalo un día en común para todos. La primera muestra de ello se remonta a Antioquia en el Domingo antes de Pentecostés. También se menciona lo de un día en común en un sermón de San Efrén el Sirio (373), y en la 74ta. Homilía de San Juan Crisóstomo (407). Al principio solo los mártires y San Juan Bautista eran honrados por un día especial. Otros santos se fueran asignando gradualmente, y se incrementó cuando el proceso regular de canonización fue establecido; aún, a principios del 411 había en el Calendario Caldean una “Commemoratio Confessorum” para el viernes de los Orientales. En Occidente Bonifacio IV, 13 Mayo, 609, o 610, consagro el Panteón en Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires, dándole un aniversario. Gregorio III (731-741) consagro una capilla en la Basílica de San Pedro a todos los Santos y arregló el aniversario para el 1 de Noviembre. La basílica de los Apóstoles que ya existía en Roma, ahora su dedicación seria recordada anualmente el 1 de Mayo. Gregorio IV (827-844) extendió la celebración del 1 de Noviembre a toda la Iglesia. La vigilia parece haber sido llevada a cabo antes que la misma fiesta. Y la octava fue adicionada por Sixto IV (1471-84).




Introito. -Regocijémonos todos en el Señor, al celebrar esta fiesta en honor de todos los Santos; de cuya solemnidad se alegran los Ángeles , y alaban juntos al Hijo de Dios. -(Ps. 32) Regocijaos, ¡oh justos!, en el Señor; a los rectos de corazón les está bien el alabarle. V. Gloria Patri.




ORACIÓN




¡Oh Dios omnipotente y eterno!, que nos concedéis venerar en una sola festividad los merecimientos de todos los Santos: os suplicamos derraméis sobre nosotros, por los ruegos de tantos intercesores, la deseada abundancia de vuestras misericordias. Por nuestro Señor Jesucristo.


El Sacrificio de la Misa


«El augusto Sacrificio del altar, no es pura y simple conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo, sino que es un sacrificio propio y verdadero, por el que el Sumo Sacerdote se inmola incruentamente y renueva lo que ya realizó en la Cruz, ofreciéndose enteramente al Padre eterno como víctima gratísima.» (Pío XII, Encíclica Mediátor Dei.) «El santo sacrificio de la Misa es un acto de culto público rendido a Dios en nombre de Cristo y de la Iglesia, cualquiera que sea el lugar o el modo de celebrarse. El sacerdote celebrante preside toda la acción litúrgica. Todos los demás participan en la acción litúrgica de la forma que les es propia. Los fieles tienen una participación activa en la liturgia en virtud de su carácter bautismal, de modo que en el santo sacrificio de la Misa ofrecen también a su manera la divina Víctima a Dios Padre con el sacerdote.» (Instrucción de la Sagrada Congregación de Ritos, 3 de septiembre de 1958).

sábado, 31 de octubre de 2009

La Consagración


HOC EST ENIM CORPUS MEUM

miércoles, 28 de octubre de 2009

Intervención de Ottaviani (Notas)

BREVE EXAMEN CRITICODEL NOVUS ORDO MISSAE
NOTAS
(1) Las oraciones de nuestro Canon se hallan ya en el tratado "De los Sacramentos" (de fines de los siglos IV y V) ...La Misa de San Pío V o Tridentina toma su inicio en aquellos tiempos, en los cuales se desarrolló por primera vez a partir de la antigua Liturgia común, sin sufrir luego mutaciones esenciales. Conserva aún el carácter de aquella Liturgia primigenia que floreció en aquellos días en que los Césares Romanos gobernaban el mundo y esperaban llegar a extinguir la fe cristiana; son aquellos tiempos en los cuales nuestros padres se congregaban antes de la aurora para cantar un himno a Cristo Dios (cfr. Plinio el joven, Ep. 96) ... En toda la Cristiandad no se posee un rito tan venerable como la Misa Romana (A. FORTESCUE) .El ,Canon Romano, tal cual hoy existe, se remonta San Gregorio Magno. Tanto en Oriente como en Occidente no se encuentra ninguna oración Eucarística vigente hasta nuestros tiempos, que esté dotada de tanta antigüedad, Si la Iglesia Romana excluyera este Canon, no sólo los ortodoxos sino también los anglicanos y los mismos protestantes que de algún modo aprecian aún la tradición juzgarían que la misma Iglesia Romana ha abdicado el derecho y su propio deber de representar a la verdadera Iglesia Católica (P. LOUIS BOYUER). volver(2) En una nota se remite a dos textos del CONCILIO VATICANO II. En realidad, quien lee estos dos textos no encuentra allí ninguna prueba de tal definición. El primero (del Decreto "PRESBYTERORUM ORDINIS", nº 5) , dice así: "Los presbíteros son consagrados por Dios, siendo ministro el Obispo, para que, hechos en forma especial partícipes del Sacerdocio de Cristo, al celebrar los oficios sagrados actúen como ,ministros de Aquél que en la Liturgia ejerce constantemente, por obra del E¡spíritu Santo, su ministerio sacerdotal en favor nuestro. ..sobre todo, por la celebración de la Misa ofrecen sacramentalmente el Sacrificio de Cristo".Por su parte, el otro texto al cual se remite (de la Constitución "SACROSANCTUM CONCILIUM", nº 33) se expresa así: "En efecto, en la Liturgia Dios habla a su pueblo; Cristo sigue anunciando su Evangelio. En cuanto al pueblo, responde a Dios sea con sus cantos sea con su oración. Más aún, las oraciones que dirige a Dios el sacerdote -que preside la asamblea representando a Cristo- se dicen en nombre de todo el pueblo santo y de todos los circunstantes". Es imposible comprender cómo de estas palabras se haya podido sacar aquella definición. Advertimos además acerca de la gravísima corrupción por la cual en esa definición de la Misa se modifican las palabras de la definición del mis mismo CONCILIO VATICANO II (Presb. Ord. nº 5) : "Es, por consiguiente, la Sintaxis Eucarística el centro de la asamblea de los fieles". Suprimida fraudulentamentela palabra "centro" de la asamblea, en el Novus Ordo el término "asamblea" usurpó sin más el lugar principal de aquélla. volver(3) El CONCILIO DE TRENTO sancionó así la Presencia Real Eucarística: "Primeramente, el Santo Sínodo enseña y confiesa abierta y simplemente que en el nutricio Sacramento de la Santa Eucaristía, después de la. consagración del pan y del vino se contiene verdadera, real y substancialmente (canon I) Nuestro Señor Jesucristo, verdadera Dios y hombre, bajo la apariencia de aquellas cosas sensibles" (DB 874) .En la SESIÓN XXII, que atañe directamente a nuestro asunto ("Sobre el Santísimo Sacrificio de la Misa"), la doctrina definida (DB 937a -956) está luminosamente contenida en nueve cánones.1º: La Misa es un Sacrificio verdadero y visible -y no una Representación simbólica- "'por el cual se representa aquel sacrificio cruento que hubo de realizarse una sola vez en la Cruz ( ...) y se aplica su fuerza salvadora para la remisión de los pecados que diariamente cometemos" (DB 938) .2º: Jesucristo Nuestro Señor, "declarándose a Si mismo Sacerdote constituido para la eternidad según el orden de Melquisedec (Ps. 109, 4), ofreció a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y de vino y bajo los símbolos de esas mismas cosas los dio a sus Apóstoles (a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento) para que los tomaran, y a ellos mismos y a sus sucesores en el sacerdocio les mandó que los ofrecieran por medio de estas palabras: "Haced esto en conmemoración mía" (Lc 22, 19; ICor 11,24), como siempre lo entendió y enseñó la Iglesia Católica" (DB ibid.) .El celebrante, el oferente, el sacrificador es el sacerdote, para eso consagrado, pero no el pueblo de Dios, la asamblea. "Si alguien dijere que con aquellas palabras: "Haced esto en conmemoración mía" (Lc 22,19; 1 Cor 11,24), Cristo no instituyó sacerdotes a los Apóstoles o que no los ordenó, para que ellos y los otros sacerdotes ofrecieran su cuerpo y sangre, sea anatema" (Canon 2; DB 949).3º: El Sacrificio de la Misa es un verdadero sacrificio propiciatorio, y no "una mera conmemoración del sacrificio realizado en la cruz"."Si alguien dijere que el Sacrificio de la Misa es sólo de alabanza y de acción de gracias o una mera conmemoración del sacrificio realizado en la cruz, pero no propiciatorio; o que sólo aprovecha al que lo recibe y que no debe ser ofrecido por los vivos y difuntos, por los pecados, penas, satisfacciones y otras necesidades, sea anatema" (Canon 3; DB 950).Recuérdense además. el cano: 6: "Si alguien dijere que el Canon de la Misa conti2ene errores, y que por lo tanto debe ser. abrogado, .sea anatema" (DB 953) ; y el canon 8: "SI alguien dijere que las Misas en las cuales sólo el sacerdote comulga sacramentalmente, son ilícitas y que por lo tanto deben ser abrogadas, sea anatema (DB 955). volver(4) Apenas es necesario advertir que si se negase un solo dogma definido, ipso facto se derrumbarían todos los dogmas, porque se hundiría entonces el principio mismo de la infalibilidad del Magisterio Apostólico, incluso el supremo y solemne, sea del Romano Pontífice, sea del Concilio Ecuménico. volver(5) Se debería añadir también la Ascensión, si alguien quisiera retomar aquella oración "Unde et Memores". En este texto, sin embargo, no se expresaba una cierta agrupación equivalente de vocablos, sino una clara y sutil distinción: ". ..de tan bienaventurada Pasión, como también de la Resurrección de entre los muertos y también de la gloriosa Ascensión al cielo". La Pasión se conmemoraba por sí.misma y por la fuerza de la misma Misa; la Resurrección y Ascensión se presentaban añadidas, por la conexión de la fe. volver (6) De igual modo se cambia la fuerza de la significación también en los tres nuevos "Cánones", en los que sorpresivamente se eliminan por completo el peculiar "Memento" de los muertos y la mención de los sufrimientos de las almas de los fieles difuntos [en el purgatorio. N. del T.] por las cuales siempre y universalmente se aplicaba el Sacrificio satisfactorio. volver (7) Véase la encíclica MySTERIUM FIDEI, donde Pablo VI condena no sólo los errores del simbolismo sino también las nuevas teorías inventadas de la "transsignificación" y de la "transfinalización": ". ..o que tanto insisten. ..en el valor del signo. ..como si el simbolismo, que nadie niega existe con toda certeza en la Santísima Eucaristía, expresase y agotase toda la medida de la presencia de Cristo en este Sacramento. .. o que hablan sobre el misterio de la transubstanciación sin hacer mención alguna de la admirable conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre de Cristo, según se expresa el Concilio de Trento, de tal manera que consista sólo en las que llaman "transsignificación" y "transfinalización" (A.A.S., LVll, 1965, p. 775). volver (8) En la encíclica "MYSTERIUM FIDEI" profusa y extensamente se refuta y condena la introducción de modos nuevos de hablar o locuciones que, aunque aparezcan en textos de los Santos Padres y de los Concilios y en documentos del Sagrado Magisterio, se los emplea en un sentido común y unívoco, sin subordinarlos a la doctrina sustancial, de la cual, pues, no pueden se:pararse (por ejemplo, "alimento espiritual", "comida espiritual", "bebida espiritual", etc.) .Pablo VI previene : "Guardada la integridad de la Fe, conviene también que se observe un apropiado modo de hablar, no sea que al usar nosotros palabras impropias, surjan falsas opiniones, ¡lo que no suceda!, sobre la Fe en cosas altísimas". Cita a SAN AGUSTÍN: "Pero nosotros conviene que hablemos según una regla cierta, para que la licencia en las palabras no genere una opinión impía incluso de las cosas que por ellas se significan" (La Ciudad de Dios, X, 23, PL 41, 300). Y continúa diciendo: "Por lo tanto, la regla de hablar, que la Iglesia introdujo en una larga elaboración de siglos y no sin la protección del Espíritu Santo, y que luego confirmó con la autoridad de los Concilios y que más de una vez fue contraseña y estandarte de la Fe ortodoxa, debe ser conservada santamente y nadie presuma cambiarla por capricho o con el pretexto de una ciencia nueva. ..De igual modo, no debe tolerarse que cualquiera pretenda derogar por propia voluntad las fórmulas con las cuales el Concilio de Trento propuso para creerlo el Misterio Eucarístico" (A.A.S., LVII, 1965, p. 758).NOTAS(9) Esto contradice abiertamente lo que prescribe el Concilio Vaticano II ("Sacrosanctum Concilium", nº 48). volver(10) Una sola vez (nº 259) se reconoce su función principal: "El altar, en el cual se realiza el sacrificio de la cruz presente bajo los signos sacramentales. Pero aún esto no parece ser suficiente para eliminar las ambigüedades del otro término, que, por el contrario, reaparece constantemente. volver(11) "Separar el Tabernáculo del altar sería lo mismo que separar dos cosas que por su origen y naturaleza deben permanecer unidas" (Pío Xll ; Alocución al 18-23 Congreso Internacional Litúrgico, celebrado en Roma y Cf. Asís, 18-23 de septiembre de 1956). Véase también la encíclica "Mediator Dei", I, 5 (cfr. más adelante, nota. 28). volver(12) Rara vez se utiliza en el Novus Ordo la palabra "hostia", que es tradicional en los libros litúrgicos y que se emplea con su sentido propio de "víctima". Y esto responde perfectamente a aquella intención habitual, que en el mismo Novus Ordo procura poner en evidencia únicamente los aspectos de "Cena" y de "comida". volver (13) Suele ocurrir que se trueque una cosa por la otra. Y de ahí que falsamente se equipare la Presencia Real Eucarística con la presencia en la palabra (nº 7; 54). Pero, sin embargo, esta otra presencia es, realidad, de una naturaleza totalmente diversa, ya que sólo existe en el uso; aquélla, en cambio, se da estable y objetivamente, incluso independientemente de todo uso o comunión sacramental. Estas fórmulas son propiamente de los protestantes: "Dios habla a su pueblo. ..Cristo por su palabra está 'presente en medio de los fieles" (nº 33; cfr. "Sacros. Conc.", nos. 33 y 7) ; lo cual hablando con propiedad, no dice nada, puesto el que la presencia de Dios en la :palabra es mediata y está conectada a un acto del espíritu ya la condición espiritual del sujeto e igualmente circunscrita en el tiempo, Este error tiene gravísimas consecuencias: en efecto, afirma o insinúa la opinión de que la Presencia Real Eucarística está conectada sólo al uso y se acaba junto con el uso. volver (14) La «acción sacramental" instituida por Cristo es presentada en este Novus Ordo como producida cuando Cristo dio a sus Apóstoles su Cuerpo y Sangre bajo las especies del pan y del vino, "para que comieran " ; li y no en la acción misma de la doble consagración y en en la separación mística del Cuerpo y Sangre, que se produce por esa, misma consagración: en lo cual se tiene la esencia del Sacrificio Eucarístico (cfr. Pío XII, «Mediator Dei", todo el capitulo I de la segunda parte : "Del Culto Eucarístico"). volver(15) Las palabras de la Consagración, por el modo como se insertan en el contexto del Novus Ordo pueden ser válidas por la eficacia subjetiva de la intención del ministro. Pero pueden no ser válidas, en cuanto que ya no son tales por la fuerza misma de las palabras, o más exactamente, por la virtud objetiva del modo de significar que tenían hasta ahora en la Misa. Por lo cual, los sacerdotes que en un futuro próximo no habrán sido instruidos conforme a la doctrina tradicional y quienes simplemente se fiarán del Novus Ordo con la intención de "hacer lo que hace la Iglesia", ¿consagrarán en realidad válidamente? Es licito dudar de ello. volver(16) No se diga, según el modo de proceder de los protestantes -como nadie ignora- en su ,método crítico, que estas palabras pertenecen al mismo texto de la Sagrada Escritura. Pues la Iglesia siempre evitó el yuxtaponer estos textos, de manera de disipar toda con- fusión entre las diversas cosas y verdades que estos textos expresan. volver(17) Contra los luteranos y calvinistas, que afirman que todos los cristianos son sacerdotes, y que, por lo tanto, ofrecen la cena, cfr. Concilio de Trento, Sesión XII canon 2. Sobre ello, dice A. TANQUEREY en "Sinopsis de teología dogmática", t. III, Desclée, 1930 : "Todos los sacerdotes y sólo ellos son, propiamente hablando, ministros secundarios del Sacrificio de la Misa. Cristo es, ciertamente, el ministro princi,pal. Los fieles sólo mediatamente, pero no en sentido estricto, ofrecen por medo de los sacerdotes". volver(18) Adviértase una increíble innovación, que conmocionará espiritualmente los ánimos de los fieles. El Viernes Santo, en la Parasceve, las vestiduras sacras serán de color rojo (nº 308 b), y no negras o, al menos, violetas. Lo cual alude más bien a la conmemoración de algún santo mártir, antes que al luto de toda la Iglesia por la muerte de su divino Fundador (cfr. encíclica "Mediator Dei", 1,5; ver más adelante, nota 28). volver(19) P. ROGUET, O. P., a las Hermanas Dominicas de Betania de Plessis-Chenet. volver(20) En ciertas versiones del Canon Romano se traduce el "lugar del refrigerio, de la luz y de la paz" como un simple estado ("beatitud, luz, paz") .¿Qué decir ahora de la omisión de toda mención explícita a la Iglesia purgante?

martes, 27 de octubre de 2009

Lo esencial para la Divina liturgia (V)

(El Martirologio y el Calendario)

Martirologio es el libro oficial de la Iglesia que contiene el catálogo de los Santos canonizados o reconocidos como realmente santos de una manera pública y por la Autoridad Eclesiástica competente, que es solamente el Romano Pontífice, que goza en esta declaración del don de la infalibilidad.El Martirologio no incluye a todos los Santos del Cielo, innumerables y superiores a todo cálculo. Sin embargo, para honrar a todos los Santos del Cielo, ha establecido la Iglesia la fiesta llamada de Todos los Santos el 1º de noviembre.Cada día del año va proponiendo la Iglesia a nuestra veneración e imitación un número muy reducido de los Santos que murieron en aquel día, al que, con razón, se llama dies natalis, o día de nacimiento, porque es para los Santos justamente el día de su muerte el día de su nacimiento para la vida eterna del Cielo.No de todos los Santos del Martirologio se reza oficio, ni aun Misa, sino que para cada día escoge la Iglesia de entre ellos uno señalado, o uno con sus compañeros de martirio o de vida; y aun hay días en que no se hace mención alguna de ninguno de ellos en el rezo y Misa, y son los días que el calendario nota de Feria.

Calendario Romano. Es el que va al frente del misal y por el que se determina de qué Santo o Misterio ha de decirse Misa aquel día. Se advierte que abundan en él los Mártires de Roma, cosa muy natural habiendo sido aquella ciudad el centro de nuestra santa Religión ya desde sus principios. Por esta causa se añade a los libros oficiales del rezo, como Misal, Breviario y Martirologio, la denominación de romano.Además, no olvidemos que en Roma reside habitualmente el Papa, Representante de Dios sobre la tierra y Cabeza y Jefe visible de todo el Catolicismo.No todas los fiestas tienen la misma importancia, en lo cual han influido tres circunstancias principalmente: a) las veneradas tradiciones eclesiásticas; b) la estimación del pueblo fiel, y c) actualmente la autoridad o jerarquía religiosa de la Santa Sede por medio de la Congregación de Ritos.

RITO Y GRADO DE LAS FIESTAS.

Es diversa la solemnidad de cada una de las fiestas y ésta hay que graduarla, no por la importancia más o menos externa que le dé el pueblo cristiano, sino por la categoría litúrgica que ella tiene en sí misma por disposición de la Iglesia.Cinco grados podemos distinguir en los ritos:

Doble de primera clase
Doble de segunda clase
Doble mayor
Doble menor
Simple
*
Notas:
a) Los dobles de la 1ª y 2ª clase se llaman también clásicos,
b) Las tres Pascuas tiene también Octava, que es como una prolongación de la fiesta durante ocho días. Además, algunas fiestas tienen igualmente Vigilia, que es como una preparación para la fiesta.

Las fiestas dobles de 1ª clase son:Domingos de Adviento.
Navidad del Señor.
Epifanía.
Domingos de Cuaresma y de Pasión.
Jueves Santo.
Viernes Santo.
Sábado Santo.
Pascua de Resurrección y lunes y martes siguientes.
Domingo in Albis.
Ascensión del Señor.
Pentecostés y lunes y martes siguientes.
Santísima Trinidad.
Corpus.
Corazón de Jesús.
Preciosa Sangre de Jesús.
Cristo Rey.
Inmaculada Concepción de María.
Anunciación de María.
Asunción de María.
San Miguel Arcángel.
San Juan Bautista.
Fiesta de San José.
San José, Obrero.
SS. Pedro y Pablo.
Todos los Santos.
Dedicación Catedral.
Dedicación Iglesia.
Titulo propia Iglesia.
Título de la Catedral.
Patrón de la ciudad, Fundador, etc.

Las fiestas dobles de 2ª clase son:Domingos de Septuagésima, Sexagésima y Quincuagésima.
Circuncisión del Señor
Nombre de Jesús.
Invención de la Santa Cruz.
Transfiguración del Señor.
Dedicación de la Basílica del Salvador (9 noviembre).
María, Reina.
Purificación de María.
Visitación de María.
Corazón de María.
Natividad de María.
Siete Dolores (septiembre),
Santísimo Rosario.
Maternidad de María.
San Andrés, Apóstol.
Santo Tomás, Apóstol.
San Juan, Apóstol y Evangelista.
San Matías, Apóstol.
SS. Felipe y Santiago, Apóstoles.
Santiago, Apóstol.
San Bartolomé, Apóstol.
San Mateo, Apóstol y Evangelista.
SS. Simón y Judas.
San Marcos, Evangelista.
San Lucas, Evangelista.
San Esteban, Protomártir.
Santos Inocentes,
Santa Ana, madre de María Virgen.
San Lorenzo.
S. Joaquín, padre de María Virgen.

De: Una Voce Cadiz.

lunes, 26 de octubre de 2009

La Santa Misa


En el Calvario, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, al precio de su Sangre (lo que es la prueba de su amor), libró al género humano de la esclavitud del pecado y lo reconcilió con Dios. Según enseñanza infalible de Nuestra Madre la Santa Iglesia Católica, la Santa Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz. Por ello, la Santa Misa, en la cual Nuestro Señor se vuelve a inmolar --sólo que ya de forma incruenta--, real y substancialmente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, por todos nosotros, posee un infinito, y es más agradable a Dios que lo que le pueden agraviar nuestros pecados.La Santa Misa es pues, el centro de la Religión católica, alma de la devoción, vida de la piedad, misterio inefable que encierra el abismo de la caridad divina, por el cual, Dios, uniéndose realmente a nosotros, nos comunica con magnificencia sus gracias y favores. La Santa Misa tiene, por todo ello, junto con la oración, una indecible fuerza, de modo que por este medio abunda el alma de celestiales favores. Procura, pues, con toda diligencia oír todos los días Misa para ofrecer con el sacerdote el sacrificio de tu Redentor a Dios, su Padre, por ti y por toda la Iglesia. En ella están presentes legiones de ángeles, para venerar este santo misterio; y así, estando nosotros con ellos y con la misma intención, recibiremos las gracias que nos son necesarias para nuestra salvación. En la Santa Misa, acción divina, se unen a nuestro Señor los corazones de la Iglesia triunfante y los de la Iglesia militante, para prendar con Él, en Él y por Él el corazón de Dios Padre, y apoderarse de toda su misericordia. ¡Nada hay en la Tierra más vital ni trascendental que la Santa Misa! ¡Descúbrela!¡Apréndela! ¡Óyela! ¡Rézala!


"La Santa Misa es en sí misma una oración, incluso la más excelsa oración que existe. Es el Sacrificio, ofrecido por Nuestro Redentor en la Cruz, y repetido todos los días en el Altar. Si deseas escuchar la Misa como debe ser escuchada, tienes que seguir con los ojos, con el corazón y con la boca todo lo que ocurre en el Altar. Además, tienes que rezar con el sacerdote las santas palabras pronunciadas por él en nombre de Cristo y que Cristo pronuncia a través de él. Tienes que asociar tu corazón con los santos sentimientos contenidos en estas palabras, y de ese modo debes de seguir todo lo que ocurre en el Altar. Cuando te portas así, has rezado la Santa Misa."


San Pío X

domingo, 25 de octubre de 2009

Jesucristo Rey


Al instituir la fiesta de Cristo Rey, Pío XI no ha pretendido sino proclamar solemnemente la realeza social de nuestro Señor Jesucristo sobre el mundo. Rey de las almas y de las conciencias, de las inteligencias y de las voluntades, Cristo lo es también de las familias y de las ciudades, de los pueblos y de las naciones; en una palabra, Rey de todo el universo. Como lo ha demostrado Pío XI en su encíclica Quas primas, del 11 de diciembre de 1925, el laicismo es la negación radical de esta realeza de Cristo; al organizar la vida social como si Dios no existiese, engendra la apostasía de las masas y conduce a la ruina de la sociedad.
Toda la misa y el oficio de la fiesta de Cristo Rey son una proclamación solemne de la realeza universal de Cristo contra el laicismo de nuestro tiempo. La misa comienza con una de las visiones mas hermosas del Apocalipsis, en que el Cordero de Dios, inmolado, pero ya victorioso en la gloria, es aclamado por la muchedumbre innumerable de los ángeles y los santos. Señalado para el último domingo de octubre, hacia el final del ciclo litúrgico y justamente en vísperas de la fiesta de Todos los Santos, la fiesta de Cristo Rey se presenta como el coronamiento de todos los misterios de Cristo y como la anticipación, en el tiempo, de la realeza eterna que ejerce sobre todos los elegidos en la gloria del cielo. La gran realidad del cristianismo es Cristo resucitado reinando con todo el esplendor de su victoria en medio de los elegidos, que son su conquista.



Introito (Apoc., 5). -Digno es el Cordero que ha sido sacrificado de recibir el poder, y la divinidad, y la sabiduría, y la fortaleza, y el honor. Al mismo la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. -(Ps. 71) Dad, ¡oh Dios!, al Rey vuestro juicio, y al Hijo del Rey vuestra justicia. V. Gloria Patri.


ORACIÓN


Omnipotente y sempiterno Dios, que quisisteis restaurar todas las cosas en vuestro amado Hijo, Rey universal. Conceded propicio, que todas las naciones de la tierra, disgregadas por la herida del pecado, se sometan a su suavísimo imperio: El cual con Vos vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.