martes, 8 de diciembre de 2009

Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María


Introito (Is. 61). Gozosa me regocijaré en el Señor, y mi alma se alegrará en mi Dios; pues me revistió de ropaje de salud, y me cubrió con manto de justicia, como a esposa adornada con sus joyas. -(Ps. 29). Os glorificaré, ¡oh Señor!, porque me protegisteis, y no alegrasteis a mis enemigos a costa de mí. V. Gloria al Padre.


Evangelio (Luc. 1, 26-28). En aquel tiempo: envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea, a una Virgen desposada con un varón de la casa de David, llamado José, y el nombre de la Virgen era María.

Y habiendo entrado el Ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia: el Señor es contigo; bendita tú eres entre las mujeres.


Oración. ¡Oh Dios!, que por la inmaculada Concepción de la Virgen preparasteis digna morada para vuestro Hijo: os suplicamos que así como a Ella la preservasteis de toda mancha por la muerte prevista de vuestro mismo Hijo, así por su intercesión nos concedáis llegar a Vos limpios de pecado. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

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