Es un plato metálico redondo y casi llano, pero ligeramente cóncavo. En la patena se coloca la Hostia, antes y después de la consagración, por lo que debe ser de la misma calidad que la copa del cáliz y en la parte interior, dorada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario